El auge de Microsoft en la industria de los videojuegos

Microsoft Gaming se ha convertido en una nueva entidad dentro de Microsoft, consolidando bajo su paraguas a empresas como Bethesda, Activision-Blizzard y Xbox. Esta división ha adquirido una envergadura mayor que la propia plataforma Windows, gracias a la adquisición de Activision-Blizzard y al continuo crecimiento de franquicias exitosas como Fallout, Minecraft y Overwatch. Ni en sueños habríamos imaginado esto hace diez años.

Según informa Derek Strickland de TweakTown, la estrategia de inversión masiva de Microsoft en el mundo de los videojuegos ha llevado a la compañía a convertirse en uno de los principales editores de su rival en consolas, PlayStation. Microsoft adquirió Activision-Blizzard en un acuerdo valorado en más de $70 mil millones, otorgándole el control de franquicias millonarias como Call of Duty y World of Warcraft. Además, posee Bethesda, responsable del exitoso programa de televisión Fallout en asociación con Amazon, así como Minecraft, considerado uno de los juegos más populares del mundo. También es dueña de DOOM, considerado uno de los mejores juegos de todos los tiempos.

Microsoft ha centrado sus esfuerzos en potenciar sus fortalezas clave, como el software y la inversión económica. Gracias a esto, ha logrado convertirse en uno de los principales actores en PlayStation, algo impensable hace una década. Actualmente, Microsoft tiene más juegos en la lista de los 25 más vendidos de la PlayStation Store que Sony.

Un análisis de Strickland revela que siete de los 20 juegos más vendidos en PlayStation son franquicias propiedad de Microsoft. Call of Duty lidera el ranking, seguido por Overwatch 2, Sea of Thieves, Fallout 4, Minecraft, Fallout 76 y Grounded. Las dos entregas de la saga Fallout se han beneficiado del éxito de la reciente serie de televisión lanzada en Amazon Prime. Sea of Thieves se estrena en PlayStation después de años de exclusividad en otras plataformas. Overwatch 2 ha recibido una nueva temporada con cambios muy esperados. Y, por supuesto, Call of Duty y Minecraft siguen siendo éxitos indiscutibles.

Este crecimiento supone un mundo nuevo y audaz para Microsoft, que ha tenido que romper tradiciones en busca de un mayor crecimiento debido al aumento de los costos de producción y a la escasez de componentes electrónicos. Sin embargo, esto no significa que Microsoft vaya a abandonar la fabricación de hardware propio. Aprendió la lección con Windows Phone y sabe lo que puede pasar si abandona completamente el desarrollo de plataformas. De hecho, Microsoft ha confirmado en repetidas ocasiones durante el último año que está trabajando en nuevos dispositivos Xbox para competir con PlayStation, y parte de los ingresos provendrán de la venta de juegos en la propia tienda de PlayStation.

El panorama de los videojuegos está cambiando rápidamente. Valve, por ejemplo, ha lanzado su propia consola, el Steam Deck, con títulos exclusivos de Xbox y PlayStation, lo que hace que la rivalidad entre consolas sea cada vez más redundante. Microsoft también ha insinuado su intención de permitir que otras tiendas compitan en su plataforma Xbox, al igual que el Steam Deck puede ejecutar Battle.net y el lanzador de Genshin Impact mediante algunos ajustes. A medida que los márgenes en el mercado de las consolas se estrechan debido al aumento de los juegos móviles y de PC, los fabricantes de plataformas cerradas están replanteando sus estrategias. Microsoft parece estar un paso adelante en este sentido. Aunque no podemos predecir el futuro, en la actualidad están ocurriendo cosas increíbles en el mundo de los videojuegos.

Microsoft Gaming se ha convertido en una nueva entidad dentro de Microsoft, consolidando empresas como Bethesda, Activision-Blizzard y Xbox. Esta división ha adquirido una envergadura mayor que la propia plataforma Windows, gracias a la adquisición de Activision-Blizzard y al crecimiento de franquicias exitosas como Fallout, Minecraft y Overwatch.

La estrategia de inversión masiva de Microsoft en el mundo de los videojuegos ha llevado a la compañía a convertirse en uno de los principales editores de su rival en consolas, PlayStation. Microsoft adquirió Activision-Blizzard en un acuerdo valorado en más de $70 mil millones, otorgándole el control de franquicias millonarias como Call of Duty y World of Warcraft. Además, posee Bethesda, responsable del exitoso programa de televisión Fallout en asociación con Amazon, así como Minecraft y DOOM.

Microsoft ha centrado sus esfuerzos en potenciar sus fortalezas clave, como el software y la inversión económica, lo que le ha permitido convertirse en uno de los principales actores en PlayStation. Actualmente, Microsoft tiene más juegos en la lista de los 25 más vendidos de la PlayStation Store que Sony.

Un análisis revela que siete de los 20 juegos más vendidos en PlayStation son franquicias propiedad de Microsoft. Call of Duty lidera el ranking, seguido por Overwatch 2, Sea of Thieves, Fallout 4, Minecraft, Fallout 76 y Grounded.

A pesar de este crecimiento, Microsoft no abandonará la fabricación de hardware propio y ha confirmado que está trabajando en nuevos dispositivos Xbox para competir con PlayStation. Además, parte de los ingresos provendrán de la venta de juegos en la tienda de PlayStation.

El panorama de los videojuegos está cambiando rápidamente. Valve ha lanzado su propia consola, el Steam Deck, con títulos exclusivos de Xbox y PlayStation. Microsoft también ha insinuado su intención de permitir que otras tiendas compitan en su plataforma Xbox. Los fabricantes de plataformas cerradas están replanteando sus estrategias debido al aumento de los juegos móviles y de PC, y Microsoft parece estar un paso adelante en este sentido.

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